Los salones de chat son lugares simples. El Depredador supo eso en la primer semana, cuando descubrió que todas las mujeres eran buenas y todos los hombres un poco groseros, locos, desalmados.
El Depredador ( que todavía era un novato) descubrió que las señoras reaccionaban tiernamente al buen trato. Cansadas de los nicks violentos, apabulladas por acosos insultantes, las señoras que buscaban una luz en el chat, rápidamente le creían al depredador.Les decía que era casado, para que no lo molesten, y que estaba en buenos aires semana por medio para atender su negocio. Usaba la pc del locutorio de enfrente a la pensión, cobraba tranquilamente su jubilacion por invalidez y vivía en los chats: En horas pasaba del salón al MSN, luego les pedía el teléfono, les mandaba mensajes descomunales para las pobres vidas de las señoras y les explicaba que no sabia qué pasaba, que nunca había sido infiel.
Cuando conoció a Norita, en una sala de UOL, al Depredador ya había salido con muchas mujeres y creía que nada podía sorprenderlo. Pero los poemas lo incomodaban, eran simples, tontos (pensaba) y el sentía que la situación se ponía fuera de control.
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